El Domingo pasado, aburrido y sin Internet, fui para el fondo del patio y me puse a crear diferentes figuras de barro.
Al ver que dichas figuras tomaron vida, también les diseñé hogares, plantas, animales… todo un ecosistema completo.
Todas interactuaban entre sí creando una comunidad compleja con sus propias leyes, creencias y política.
No sé el tiempo exacto, pero estuve aproximadamente 20 minutos entretenido viendo como se manejaban. Hasta que una de estas figuras llama poderosamente mi atención. Parecía que me observaba.
Frenaba a las demas y me señalaba. Así que intuyo que intentaba avisarle a las otras de mi presencia… pero fracasaba. El resto no podía verme.
Noté como se angustiaba y pensé en comunicarme con ella. Pero de inmediato descarté la idea… sería como si intentará dialogar con una hormiga.
En ese momento vuelve Internet, agarro el celular y dejo a las figuras solas.
Cuando desperté esta mañana y fui a verlas. Vi que su civilización se había destruido. Ya no quedaba nada. Sólo un puñado de tierra seca y desarmada.
Entonces miré el cielo y me sentí como aquella figura de barro ya extinta. Una marioneta… con la diferencia que yo no podía ver los hilos.
Masticadores/Sur 