EMMA GOLDMAN

«La historia del progreso está escrita con la sangre de hombres y mujeres que se han atrevido a abrazar una causa impopular, como, por ejemplo, el hombre negro al derecho de su cuerpo, o el derecho de la mujer a su alma»

Un cambio social real nunca ha sido llevado a cabo sin una revolución… Revolución no es sino el pensamiento llevado a la acción.»

«La corrupción de la política no tiene nada que ver con la moral, o la laxitud de la moral, de diversas personalidades políticas. Su causa es meramente material.»

«Cuando se socava la mentira patriótica, se despejada el camino para la gran estructura donde todos estarán unidos como una hermandad universal, una sociedad verdaderamente libre.»

«El Estado es el altar de la libertad política que, como el altar de la religión, está concebido con el solo propósito del sacrificio humano.»

Anarquista lituana, pionera en la lucha por la emancipación de la mujer.

Sobre Emma Goldman
Emma Goldman nació en el seno de una familia judía encargada de la administración de un hotel.

En 1882, la familia se trasladó a San Petersburgo (Rusia) y dos años después, tras la imposición del padre que se casara por conveniencia, Emma Goldman se trasladó con su hermanastra a Estados Unidos, donde ingresó en una fábrica textil y experimentó los maltratos que sufrían los trabajadores.

La protesta obrera conocida como «Revuelta de Haymarket» (1886), la motivó a unirse al movimiento anarquista, donde junto a escritor anarquista Alexander Berkman, encabezaron una campaña a favor de la liberación de los hombres que fueron apresados.

En 1889, Emma Goldman se casa con un inmigrante ruso y obtiene la ciudadanía estadounidense, aunque tiempo después se separa, trasladándose a Nueva York para vivir con Alexander Berkman.

Tiempo después se convirtió en la principal dirigente del movimiento anarquista, siendo encarcelada por varios años.

En 1893, estando en la penitenciaría de las islas Blackwell, siguió profundizando en sus estudios anarquistas al tiempo que se interesó por la educación de los niños.

Emma Goldman volvió a caer presa en 1901, acusada de participar en el complot de asesinato contra el Presidente William McKinley, en 1916 por distribuir un manifiesto a favor de los métodos anticonceptivos y un año después por conspirar contra la ley que obligaba al servicio militar en los Estados Unidos.

Entre los periodos de libertad entre arrestos publicó «Anarquismo y otros ensayos» (1910), donde expone sus pensamientos.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Emma Goldman publicó sus convicciones pacifistas al tiempo que editó la revista anarquista «Mother Earth» (1916-1917), mientras se trataba su expulsión de Estados Unidos.

En 1920 fue expulsada de Estados Unidos por considerarla «una de las mujeres más peligrosas de América», por lo que se dirigió a Rusia.

Emma Goldman participó de la sublevación anarquista de Kronstadt, donde apoyó a los bolcheviques en contra de la división entre anarquistas y comunistas, hecho que se produjo durante la Primera Internacional.

La cruel represión política que se vivió en Rusia luego de la revolución, el autoritarismo, la violencia desatada y las duras condiciones de trabajo desilusionaron notablemente a Emma Goldman, influyendo en sus ideas.

En 1923, habiendo abandonado Rusia e instalándose en Canadá, deja constancia de su frustración en «Mi desilusión en Rusia».

Todos los esfuerzos para el progreso, para la iluminación, para la ciencia, con fines religiosos, políticos, y la libertad económica, emanan de la minoría, y no de la masa.

Muchas veces pienso que nosotros, los revolucionarios, somos como el sistema capitalista. Sacamos de los hombres y mujeres lo mejor que poseen, y después nos quedamos tan tranquilos viendo cómo terminan sus días en el abandono y la soledad.

Todas las guerras son guerras entre ladrones demasiado cobardes para luchar, que inducen a los jóvenes varones de todo el mundo a hacer la lucha por ellos.

El anarquismo es la única filosofía que aporta al hombre la conciencia de sí mismo, que sostiene que Dios, el Estado y la sociedad son inexistentes, que sus promesas son nulas y sin valor, ya que sólo pueden cumplirse a través de la subordinación del hombre.

Si el amor no sabe cómo dar y recibir sin restricciones, no es amor, sino una transacción que nunca deja de insistir en más o menos.

Anarquista lituana, pionera en la lucha por la emancipación de la mujer.

Sobre Emma Goldman
Emma Goldman nació en el seno de una familia judía encargada de la administración de un hotel.

En 1882, la familia se trasladó a San Petersburgo (Rusia) y dos años después, tras la imposición del padre que se casara por conveniencia, Emma Goldman se trasladó con su hermanastra a Estados Unidos, donde ingresó en una fábrica textil y experimentó los maltratos que sufrían los trabajadores.

La protesta obrera conocida como «Revuelta de Haymarket» (1886), la motivó a unirse al movimiento anarquista, donde junto a escritor anarquista Alexander Berkman, encabezaron una campaña a favor de la liberación de los hombres que fueron apresados.

En 1889, Emma Goldman se casa con un inmigrante ruso y obtiene la ciudadanía estadounidense, aunque tiempo después se separa, trasladándose a Nueva York para vivir con Alexander Berkman.

Tiempo después se convirtió en la principal dirigente del movimiento anarquista, siendo encarcelada por varios años.

En 1893, estando en la penitenciaría de las islas Blackwell, siguió profundizando en sus estudios anarquistas al tiempo que se interesó por la educación de los niños.

Emma Goldman volvió a caer presa en 1901, acusada de participar en el complot de asesinato contra el Presidente William McKinley, en 1916 por distribuir un manifiesto a favor de los métodos anticonceptivos y un año después por conspirar contra la ley que obligaba al servicio militar en los Estados Unidos.

Entre los periodos de libertad entre arrestos publicó «Anarquismo y otros ensayos» (1910), donde expone sus pensamientos.

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Emma Goldman publicó sus convicciones pacifistas al tiempo que editó la revista anarquista «Mother Earth» (1916-1917), mientras se trataba su expulsión de Estados Unidos.

En 1920 fue expulsada de Estados Unidos por considerarla «una de las mujeres más peligrosas de América», por lo que se dirigió a Rusia.

Emma Goldman participó de la sublevación anarquista de Kronstadt, donde apoyó a los bolcheviques en contra de la división entre anarquistas y comunistas, hecho que se produjo durante la Primera Internacional.

La cruel represión política que se vivió en Rusia luego de la revolución, el autoritarismo, la violencia desatada y las duras condiciones de trabajo desilusionaron notablemente a Emma Goldman, influyendo en sus ideas.

En 1923, habiendo abandonado Rusia e instalándose en Canadá, deja constancia de su frustración en «Mi desilusión en Rusia».



Emma Goldman

— By Aldana Muñoz.

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