Cuando mis manos estén gastadasde tanto acariciar tu cuerpo,suavizaré las miradas,endulzaré los besos.
Cuando mis labios estén marchitos de tanto rezar tu credo,inventaré nuevas formas para decirte “Te quiero”.
Cuando mi sombra encorvadano pueda seguir mi sueño,soplaré fuerte al solpara apagar su fuego.
Y si, anticipada, tu ausenciame llegase a alcanzar de pleno,asfixiaré mi corazónpara no seguir muriendo.
— By Antonio Redondo.