¿Arte con virus o arte viral? Parte I/IX: ¿Virus en la Prehistoria?

By Rosa Boschetti (link al blog)

Al pensar en la prehistoria muchas veces nos limitamos a estudiar su desarrollo en África, Asia, Europa y nos olvidamos de América. Cuando abordamos este período en la historia del arte, los pueblos americanos quedan aparte, es denominado arte precolombino.

Este término es una señalización desde el punto de vista hispanoamericano, por eso las demás culturas americanas de territorios no hispanos son denominadas de otra manera (aborígenes americanos, amerindios, nativos americanos o indios americanos) y su representación artística queda fuera de este llamado arte precolombino.

Es decir que la referencia del arte que se desarrolla en este lado del mundo tiene como referencia la llegada del europeo al continente, no se crea conexión con esta época y lo que solemos llamar Prehistoria.

Cuando estudiamos sus características artísticas encontramos una gran similitud de creencias, técnicas, avances, etc. Por esta razón cuando hablo en esta reflexión de prehistoria o de algún período de ella, también incluyo al continente americano, porque desde el punto de vista cronológico la invención de la escritura (que es lo que define el inicio de la historia) no ocurre al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.

¿Virus en la Prehistoria?

Según mi gran amiga, la Wikipedia, las epidemias causadas por los virus comenzaron cuando el ser humano desarrolló comunidades agrícolas en el Neolítico.

Potato Virus Y

Con la agricultura y la ganadería los virus de las plantas (tales como el mosaico severo de la patata causado por el Potato Virus Y) y del ganado (peste bovina) también se asentaron en esas comunidades y comenzaron a convivir con ellos.

A pesar de que no afectan al humano, las personas en esta época tuvieron que solucionar problemas de plantas y ganados infectados, que generaron consecuencias devastadoras dentro de la naciente sociedad.

Rinderpest virus

¿Los artistas representaron los efectos de estos virus en sus obras? No existen en este período pinturas u otras expresiones del arte que hagan alusión a plantas o ganados enfermos, por el contrario, los animales representados son robustos y las plantas sanas.

Es posible que esto se deba a sus creencias religiosas. Recordemos que según los arqueólogos y antropólogos la religión es tan antigua como el humano.

Estas creencias eran lo que hoy diríamos de carácter «mágico-religioso». La religión, como estructura llegó después. Este periodo pone énfasis en otorgar movimiento, vida, alma (animismo) al mundo y sus montañas, ríos, cielo, tierra, determinados lugares, rocas, plantas, animales, árboles, etc. El término magia se le atribuye porque según sus testimonios gráficos la intención de sus representaciones son lo que hoy podemos entender como visualización. Arte como ritual, buscan representar un hecho en concreto para que este ocurra.

Generalmente son escenas relacionadas con la fertilidad en general (la tierra, la humanidad) y la sobrevivencia del grupo (escenas de cacería, recolección…)

Stonehenge. Monumento Megalítico.

Cuando la historia y épocas posteriores miraron atrás se le atribuyó el componente religioso por el uso que se dio a los monumentos, presumiblemente de culto, por ejemplo en los monumentos megalítico.

No encontramos en sus pinturas referencias de personas, animales, plantas o nada enfermo. Sus representaciones son una visualización de las cosas. Lo representado es un hecho, va a ocurrir tal cual se dibuja. Por eso vemos escenas de cacerías donde se representa al humano con la habilidad y fuerza necesaria para cazar al animal y éste, aparece herido.

También recordemos que, desde el comienzo de la prehistoria, la tierra se representa en muchas ocasiones como la “Diosa-Madre”, la fertilidad, el ciclo de la vida y la muerte. Como ejemplos:

Venus de Dolní Vestonice, en la República Checa, cerca de Brno, la pieza arqueológica de cerámica más antigua conocida en el mundo

La Venus de Dolní Věstonice con once centímetros y diez milímetros de altura (aunque falta parte de las extremidades inferiores) y cuatro centímetros y treinta milímetros anchura, esta estatuilla podría ser una de las evidencias más antiguas de cerámica.

Tiene la cabeza sin detalle alguno, excepto dos incisiones que podrían representar los ojos. Los brazos apenas están esbozados, en cambio los grandes senos, el ombligo y la línea inguinal han sido señalados con todo detalle. Aunque ha perdido los pies, parece que tuvo un extremo inferior puntiagudo. Los últimos estudios han llegado a localizar una huella digital marcada en la arcilla antes de la cocción que, al parecer, perteneció a un niño de entre siete y quince años.

Estatuilla de Willendorf. La más conocida de las venus paleolíticas

«Los principales temas representados en el simbolismo de la Diosa son el misterio del nacimiento y la muerte, así como el de la renovación de la vida, no solo humana, sino de todas las formas de vida sobre la tierra y por supuesto, del cosmos.

Símbolos e imágenes se agolpan en torno a la Diosa partenogenética (autogeneradora) y sus funciones básicas como donante de vida o portadora de muerte y no menos importante, como regeneradora de la Madre Tierra, la Diosa de la fertilidad, joven y vieja, que surge y muere con la vida vegetal.

Ella era la única fuente de toda la vida, la cual tomaba su energía de los manantiales, del sol, de la luna y de la tierra húmeda. Este conjunto de símbolos representa un tiempo mítico que es cíclico, no lineal.” como podemos leer en Diosas y Dioses de la Vieja Europa de Marija Gimbutas.

En México encontramos a Coatlicue: Madre de los dioses. Representa la desgracia, la vida, la muerte y es la guía del renacer. Su atuendo es una falda de serpientes; los pechos caídos, que simbolizan la fertilidad y un collar de manos y corazones humanos que representan la vida.

La cabeza es sustituida por dos serpientes que se encuentran, símbolo de la dualidad que al crearse dio inicio a todo el universo.

Coatlicue. Museo Nacional de Antropología. Ciudad de México

Escultura de tres metros y cincuenta centímetros de alto, un metro treinta de ancho y cuarenta y cinco centímetros de profundidad son casi tres toneladas de piedra. En ocasiones no se ha sabido identificar como divinidad masculina o femenina, una dualidad que los estudiosos suelen llamar “principio de contrarios” y que está muy presente en la estatuaria azteca, que suele unir en un mismo cuerpo elementos propios de ambos sexo

¿Dejaron al arte a un lado mientras atendían los efectos de estos virus…?

En el neolítico el humano dejó de deambular, se establece en un lugar en concreto y crea un nuevo sistema de sociedad con cambios significativos. En esta sociedad emergente para facilitar el trabajo y la convivencia, se inventa el trueque como modelo económico (el intercambio de una cosa por otra) También aparece la división del trabajo y con ello la invención de nuevos instrumentos para resolver los problemas que se les presentan en su día a día: Nace la alfarería con envases útiles y duraderos para almacenar agua y los granos de la cosecha. Para arar la tierra, cosechar, recolectar, crean las primeras herramientas agrícolas.

También crean nuevas armas de piedras pulidas. La invención de los telares no se puede asegurar que pertenezca a este período ya que hay muchas versiones sobre el origen del mismo, sin embargo los usaron.

Cerámica Mochica. H 700 d.c.

Como vemos esta nueva sociedad desarrolla un arte utilitario y para ello utiliza elementos abstractos, geométricos, figuras esquemáticas. El hecho de que se expresen a través de ellos, no es por su incapacidad de representar a la naturaleza tal cual la veían. Es evidente que su intención no era recrear la belleza del elemento, ni reinterpretar a la naturaleza a través de imágenes, sino que el objetivo de esta aparente simplicidad de las formas es para que la «idea», el concepto que desean transmitir esté claro, sea directo y cumpla su función mágico-religioso (además de la utilidad en sí del objeto) No desean que esa información pueda señalar otra cosa, por ejemplo: no se trata de cazar “este animal” sino “al animal” No desean representar la fertilidad de “esa mujer” sino “la fertilidad”, de allí que ninguna tenga rostro ni características particulares.

Con estas creaciones estamos en presencia del nacimiento de los símbolos. Como ejemplo podemos citar los monumentos megalíticos y la pintura rupestre en la Cueva de la araña, en Bicorp, Valencia, que representa a una mujer recolectando miel.

Los primeros agricultores y ganaderos del Neolítico ya utilizaban la cera de las abejas para fabricar cosméticos, medicinas, impermeabilizar recipientes e incluso como aglutinante en flechas. Y seguramente, también consumían miel, como indica un estudio publicado en la revista Nature.

Cueva de la araña. Bicorp, Valencia. Pintura rupestre

Como podemos observar los primeros virus no impidieron que el humano, al igual que el agua, encontrara su cauce para continuar mirando al futuro y utilizó el arte para reflejar sus creencias, para transmitir a los seres naturales (y a los otros humanos) sus deseos. No sintió la necesidad de advertir a otros sobre los males de su comunidad, aunque si tomamos las flechas y otros símbolos de direcciones como referencia. Podría decirse que lo usaron como señalización de lugares y aquí entramos en el eterno debate ¿fue arte o diseño?

La humanidad no se detiene, avanza de la mano de su creación y la usa. Con la combinación del símbolo… ¡vamos directo a la invención de la escritura…! en el siguiente capítulo.

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