el crucero -02 By Carlos Moya

La cubierta C acoge a los dependientes de la seguridad social, la mayoría son jubilados o enfermos leves por prescripción médica y/o en proceso de recuperación. También se hospedan un numeroso grupo de fijos discontinuos o con contrato temporal a tiempo parcial y opción a renovación.

Los miembros de la tripulación, son muy correctos en el trato, aunque no hablan ni comprenden una palabra de español. Tienen ojos achinados, deduzco que deben ser asiáticos. Seguro que les saldrán más baratos y ya se sabe que los chinos comen poca carne, apenas unas tiritas mezcladas con mucha verdura picadita o con arroz.

Resulta chocante la alegre imagen estampada sobre el vestido de esa señora cuando aparece con el ceño fruncido. Este viaje no impide llevarse disgustos. A menudo nos preguntamos, cuando nos reunimos en el comedor, si sucederá igual en otras secciones.

Ayer un viejecito advertía sobre que, en caso de abandonar la zona, la tarjeta de identificación emite unos destellos de luz rojiza y que hay que dar rápido la vuelta para que el color sea verde.

Tengo que probarlo, pero sólo si encuentro un compañero para la aventura. Sería divertido. También se oyen rumores que se comparten en baja voz.

Dicen por ahí abajo, que algunos de los residentes en la cubierta D, la de los parados de larga duración. PDLD. Que son ociosos y algo protestones. A lo mejor si encuentro el camino para bajar conocería a una PDLD, una chica que sea simpática, así podría tener con ella un “flirt”. Pues eso. ¿Que les decía? Sí, que emprendieron hace días una marcha para contemplar la puesta del Sol desde la punta de la proa y que no han regresado todavía. “A lo mejor se han perdido y aguardan famélicos a que llegue el rescate” ¡Que cosas se inventa esa señora que ocupa el asiento al lado del viejecito! Deben ser familia, igual hasta es su hermana, porque él la echa unas miradas que, sin palabras, la tildan de entrometida y fantasiosa. “Anda y come que se te va a enfriar la sopa”. Yo creo que le molesta que acapare la atención. Por cierto que hoy la sopa no estaba demasiado buena, para mi gusto la echan mucha sal.

¿Y los depósitos para el agua potable dónde estarán situados?

Llevamos más de dos meses sin ver tierra.

No señora no, el viaje me lo ha recomendado el médico para recuperarme de un accidente. ¿De coche?

No señora, qué va, fue una caída tonta por la escalera, estaba recién fregada y parece que el golpe en la cabeza me ha afectado a los nervios.

No señora, no es que esté nervioso, es que se me alteró el equilibrio y caminaba torcido.

No señora, no, en la de casa no, en la del trabajo.

Claro señora, en el barco hay que esforzarse para caminar derecho o se acaba uno contra las paredes.

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